Los mecanismos caprichosos de la mente nos pueden jugar a todos malas pasadas y nublar la razón. A veces, las filias descontroladas pueden hacer que veamos fobias y envidias donde solo hay verdad y buenos consejos. Y eso le ha sucedido a lo largo de la historia a todos los orgones que han tenido la desdicha de cruzarse en su vida con tartufos despiadados. Porque tartufos, los ha habido y los habrá siempre. Por eso la RAE sustantivó el nombre del protagonista de la obra de Molière, para mayor enriquecimiento de nuestra lengua y mejor definición del «hombre hipócrita y falso».
José Goméz-Friha es el director del montaje del Tartufo, el impostor que podrá verse en el Teatro Infanta Isabel de Madrid hasta el 1 de octubre y en la que el responsable de la versión, Pedro Víllora, traslada la historia original del siglo XVII a nuestro siglo XXI: «La ambición es un componente básico de la sociedad. Y esa ambición puede llevar a controlar lo que se necesite para conseguir los objetivos que uno quiera. Se pasa por encima de lo humano para conseguir lo material. La religión en el Tartufo es para mí anecdótico. Son circunstancias. La verdadera esencia del Tartufo reside en contar la historia de alguien que es capaz de pasar por encima de la moral para robar, apropiarse del bien ajeno y destruir una familia, o una sociedad». ¿Acaso no vemos esto a diario en la actualidad?
Sin renunciar al humor y a las risas, con un excelente trabajo actoral que hace cómplice al espectador en momentos puntuales, la obra es una invitación a reflexionar sobre la falta de conciencia, de valores éticos o de honestidad también en nuestras vidas. ¿Hemos actuado alguna vez como tartufos con nuestro egoísmo como capitán de nuestras obras?
«La ley protege a quien la conoce. No es culpa mía que la mayoría viva despreocupada de obligaciones y normas». Habla Tartufo pero podría hacerlo un banquero haciendo oídos sordos a un recurso contra un desahucio o un político de tres al cuarto. Si tienen ocasión no se pierdan este trabajo de la compañía Venezia Teatro con un reparto muy acertado en el que cuesta decir quién destaca más por su actuación. Con buen criterio se recuperan textos del pasado como este que pueden ayudarnos a entender las razones de situaciones presentes.
FICHA
Dirección: José Gómez-Friha.
Versión: Pedro Víllora.
Reparto: Alejandro Albarracín, Lola Baldrich, Vicente león, Nüll García, Ignacio Jiménez, Esther Isla.
Diseño de vestuario: Sara Roma y Venezia Teatro.
Confección de vestuario: Rafael Solís.
Diseño de escenografía: José Gómez-Friha.
Diseño de iluminación: Marta Cofrade.
Cartel: María Lacartelera.
Maquillaje para cartel Alicia Barón.
Ayudante de dirección y producción: David Ávila.
Prensa: Josi Cortés.
Producción: VENEZIA TEATRO S.L.U.
Fechas y horarios: Hasta el 1 de octubre de 2017.
De martes a viernes a las 20:30h. Sábados 20h. Domingos 19h. en el TEATRO INFANTA ISABEL